No todos los días un desierto se viste de colores, pero durante una superfloración, la tierra árida se cubre de un manto de flores silvestres. Este fenómeno, poco común, ocurre en California y Arizona cuando las lluvias reavivan semillas que han permanecido dormidas en el suelo. Aunque solían darse una vez por década, las sequías recientes han hecho que sean aún más raras.

Además de ser un espectáculo natural impresionante, la superfloración impulsa temporalmente la economía local al atraer visitantes de todo el mundo. Uno de los mejores lugares para disfrutar de este fenómeno es el Monumento Nacional Carrizo Plain, en el sureste del condado de San Luis Obispo, California, Estado Unidos. Este extenso pastizal, de unos 80 kilómetros de largo y 24 kilómetros de ancho, se transforma en un lienzo vibrante cuando las colinas de las cordilleras Temblor y Caliente, junto con el valle del lago Soda, se cubren de flores de intensos colores.

En España, aunque no hay superfloraciones como en California, la floración de los cerezos en el Valle del Jerte ofrece un espectáculo natural único. ¿Te gustaría presenciar uno de estos increíbles paisajes?