Los cachorros de zorro rojo, protagonistas de la imagen de hoy, llevan la rivalidad entre hermanos y el trabajo en equipo a otro nivel. Nacen en madrigueras subterráneas, ciegos e indefensos, y dependen completamente de su madre, mientras el padre les trae alimento. Sin embargo, en cuanto abren los ojos y fortalecen sus patas, comienza la verdadera aventura.

El juego entre hermanos no es solo diversión, sino un entrenamiento clave. Con saltos, emboscadas y pequeñas luchas, desarrollan sus habilidades de caza y comunicación. Además, imitan los movimientos de sus compañeros, afinando su instinto y consolidando su astucia en equipo.

El zorro rojo (Vulpes vulpes), también conocido como raposo, es el más común de su especie en el hemisferio norte y habita diversos entornos, desde bosques y praderas hasta zonas urbanas. En España, es un habitante frecuente de montes y llanuras. Curiosamente, su espesa cola no solo le da equilibrio al correr, sino que también la usa como almohada y abrigo en invierno. Si te apasiona la fauna salvaje, el zorro rojo es un ejemplo perfecto de adaptación e inteligencia.